Qué es la Deep Web? ¿Qué peligros esconde?

Conoce la internet oculta para poder advertir a tus hijos sobre los riesgos que entraña

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Internet no es sólo lo que ves. Es también lo que no ves. Existe una gran cantidad de información que no sale en los buscadores habituales y que suele permanecer oculta al gran público. Es la denominada Deep Web. Y tiene mucha información útil, sí. Pero también peligros que hay que evitar a toda costa.

La Deep Web la formas todas aquellas páginas que los buscadores como Google, Bing, Yahoo, etcétera no son capaces de indexar. Esto es posible ya que muchas páginas o documentos están diseñados paraqué permanezcan ocultos a esos buscadores. Es decir, las personas que los crean no quieren que sean populares ni sencillos de encontrar. Muchas de esas páginas, directamente, precisan de una contraseña para ser vistas.

La Deep Web no es pequeña. Todo lo contrario. En el año 2000, la Deep Web representaba 45 veces más información que la web superficial, aunque hoy día esa cifra ha variado ostensiblemente por el crecimiento de fenómenos como las redes sociales, los blogs… y el propio Google. Hoy el motor de búsqueda más famoso del mundo es un gigante que saca a la luz mucho más material de lo que hacía en el año 2000, así que esas cifras están muy desfasadas, pero, en cualquier caso, sí es cierto que la Deep Web continúa siendo una enorme zona de internet que permanece oculta.

Pero… ¿qué hay en la Deep Web? ¿Qué se puede encontrar allí y por qué sus creadores no quieren que sea fácil llegar a esa información? Una gran parte de la información de que Deep Web son bases de datos cuyos creadores quieren mantener fuera de los buscadores. Otra parte importante es información de organizaciones que almacenan gran cantidad de información, como por ejemplo la NASA. También se puede encontrar infinidad de datos meteorológicos, económicos, etc. Otro tipo de información que se aloja en Deep Web es información confidencial tipo Wikileaks. Y, teniendo en cuenta las características de la Deep Web, también hay información sobre actividades delictivas: venta de drogas, pornografía, pedofilia, venta y fabricación de armas, etc. Esa información constituye un serio peligro para un menor. Afortunadamente, este tipo de páginas delictivas constituyen un pequeño porcentaje de la Deep Web, pero es importante estar alerta para evitar a toda costa que nuestros hijos menores accedan a esa información.

No es normal que un menor pueda acceder a la Deep Web, ya que hay que configurar el ordenador para poder bucear por esta parte oculta de internet. Recuerda que todo el material existente en la Deep Web no es accesible de forma corriente, por lo que hay que acceder a través de un servidor proxy. La manera más habitual de bucear por la Deep Web es a través de la red Tor. Se trata de una red que permite establecer conexiones anónimas y acceder a ese tipo de información sin dejar rastro.

Para moverse por la Deep Web es necesario tener conocimientos informáticos más avanzados de los habituales, así que no hay peligro de que un niño pequeño acceda a ella. Pero sí puede despertar la curiosidad de adolescentes que quieran adentrarse en el mundo de la Deep Web. En este caso, es muy importante hablar con ellos y advertirles de los peligros que se pueden encontrar en estas web ocultas. Es probable que un adolescente que quiera entrar en la Deep Web no vaya a anunciarlo a sus padres o profesores, pero si desde pequeños están acostumbrados a hacer un uso responsables de las TIC, estarán más seguros si alguna vez quieren bucear por esta parte oculta de internet.

En este sentido, la educación y sensibilización sobre las posibilidades y riesgos de internet es fundamental. Y no está de más, cuando sea necesario, hablar con ellos de la Deep Web. Como todo, la Deep Web puede ser útil en muchos casos, ya que hay una gran cantidad de información interesante imposible de encontrar en la web habitual, pero antes de adentrarse en esta web oculta, es preciso que el adolescente conozca las líneas rojas que jamás debe cruzar y cómo debe actuar al encontrarse ante situaciones de riesgo.

Una máxima válida para la mayoría de internautas sostiene que lo que no sale en Google, no existe. Sin embargo, hay un mundo de contenidos que no están ‘fichados’ por los buscadores, ya sea por su formato fuera del estándar o simplemente por estar protegidos por una contraseña o ‘captcha’, conocido como ‘deep web‘. Se trata de un internet fuera de foco, no accesible desde los navegadores clásicos, que subyace bajo la red superficial que coloquialmente conocemos como “internet”. Como sucedía en la película ‘The Matrix’, podríamos hablar de dos redes: una a la luz del ciudadano y otra más agreste, representada por la píldora roja.

El sistema imperante en la ‘deep web’ es The Onion Router (TOR), una red de comunicaciones que pone el énfasis en el anonimato de sus integrantes. Para conseguirlo, cifra los mensajes y los hace pasar por un número indeterminado de nodos de manera que sea, si no imposible, sí más difícil obtener la dirección IP del navegante. Precisamente su nombre (“onion” es cebolla en inglés) hace referencia a las distintas capas de anonimato que cubren los datos que se mueven por TOR. En cualquier caso TOR es una parte de la ‘deep web’ y no toda ella como se ha difundido erróneamente.

‘Onionland’ tampoco está sujeta a las veleidades de los algoritmos que rigen los buscadores, de forma que se puede acceder a los bruto de la información, como sucede en el caso de Wikileaks. Por explicarlo de un modo más sencillo, mientras Google encontrará la aguja, TOR te permitirá revisar a fondo todo el pajar.

Pese a que TOR se lanzó hace una década, en los últimos tiempos ha sido abordada con ingentes dosis de sensacionalismo por la prensa generalista. De todas los mitos que se han creado en torno a la web profunda destacan dos: que es refugio de ladrones, criminales o pedófilos, que es muy peligrosonavegar por ella y que su contenido representa el 96% del volumen de datos que se mueven en la red.

 

¿Es una red para delincuentes?

No. TOR no se ideó para delinquir, sino para proporcionar mayor seguridad a los usuarios. No obstante, esta mayor privacidad y el hecho de encontrarse fuera de la vista de casi todos favorece la visibilidad de este tipo de negocios. En las profundidades de la red encontrarás exactamente lo mismo que puede verse en los lugares menos visibles del mundo real. La pedofilia, la venta de armas y drogas, la falsificación de documentos y otro tipo de ílicitos están en la ‘deep web’, aunque no se accede con tanta naturalidad como crees.

Las direcciones web están cifradas (f3ew3p7s6lbftqm5.onion/, por ejemplo) y, en consecuencia, el tiempo de carga supera en mucho el de los contenidos indexados. Esto es, no toparás con pornografía de menores o vídeos ‘snuff’ si no los buscas activamente, luego es posible navegar sin que imágenes atroces te salten a la retina. En Teknautas hemos dado un pequeño paseo por la ‘deep web’ (vídeo inferior) para satisfacer la curiosidad del lector y al final del artículo explicaremos cómo entrar en TOR.

 

¿Representa el 96% de todo el contenido de internet?

Aunque no se conocen datos precisos, la estimación del 4%-96% es imposible. El cálculo procede de un estudio realizado por la Universidad de Berkeley en 2001 en el que estimaba que el internet profundo contaba con un volumen de datos cercano a los 7.500 terabytes, en contraposición con los 167 de la web ‘normal’. Para adaptarlas a los tiempos actuales las cifras simplemente se han extrapolado. Por el camino han quedado diversas variables a tener en cuenta, sobre todo dos: el ‘boom’ de las redes sociales y la irrupción de Google.

En 2001 la web la creaban los pocos que se tomaban la molestia en aprender HTML y salían victoriosos de la guerra que suponía crear una web en plataformas en pañales como Lycos o Terra. Todo cambió con los blogs y las redes sociales, que han permitido al usuario colgar cada idea que se le pasa por la cabeza, disparando el tráfico de datos hasta límites insospechados en 2001. Para hacernos una idea, Twitter maneja diariamente 12 terabytes de información, una cifra ridícula si se compara con los 500 que gestiona Facebook.

Cabe señalar, en justicia, que el contenido no clasificado es mayor que el que nos ofrecen los buscadores, dado que un simple ‘captcha’, que está a la orden del día, ya imposibilita la agregación del contenido. O la información que se genera dinámicamente, como el valor de las cotizaciones o el tiempo. Esto es, que la mayoría del contenido no sea pasto de las arañas de búsqueda no significa que todo sea material ilegal procedente del inframundo digital.Y luego está Google. Teniendo en cuenta que la definición aceptada de ‘deep web’ se ajusta a aquella que no sale en los buscadores, hay que considerar siempre el papel de Google. Cuando se realizó el estudio el gigante de Mountain View era apenas un infante de 3 años, con una capacidad para clasificar datos infinitamente menor a la actual. Google ha hecho crecer el internet ‘mainstream’, lo que no significa que la parte oscura haya aumentado al mismo ritmo, sino más bien lo contrario: a medida que los buscadores han ido arrojando luz, la parte oscura es cada vez más pequeña.

¿Es un sitio peligroso?

Depende desde donde accedas, ya que en países como China se incurre en delito simplemente por cargar TOR. En cuanto a la seguridad, la red profunda no presenta mayores peligros que la web normal. Sin embargo, la actitud con la que se llegue puede influir en la integridad de tu ordenador. Si tu intención en ‘Onionland’ pasa por descargar material sujeto a derechos de autor, descargar pornografía infantil o comprar armas es muy probable que tengas un serio problema con las autoridades. Cabe recordar que el cacareado anonimato de la ‘deep web’ es en relación con los demás usuarios, no con las distintas agencias de seguridad, siempre presentes en la red.

Las profundidades de la red son prolijas en ‘hackers’ y muchos usuarios acuden en busca de virus o troyanos con los que atacar a sus conocidos. ¿Adivinas las consecuencias? Como norma general es adecuado navegar a través de un proxyy no descargar nada en lo que no se confíe.

 

Vale, ¿cómo visito la ‘deep web’?

Aunque se trata de una red para usuarios con un conocimiento por encima de la media, existen posibilidades al alcance de todos. Una buena opción es descargar este Tor Browser Bundle (Windows, Mac, Linux), un paquete que vienepreconfigurado con las opciones más habituales. Una vez instalado se lanzará Vidalia, la interfaz de bienvenida de TOR. Llegado a este punto basta con hacer click en ‘Ver la red’ para comenzar a navegar con una versión modificada del navegador.

¿Y ahora qué? La red TOR se parece mucho al aspecto que tenía internet a mediados de los años 90, incluso en los tiempos de carga. Y, como entonces, los links se obtienen mediante directorios de enlaces, no en los buscadores. La ‘wikipedia oculta’ (7jguhsfwruviatqe.onion) puede ser un buen punto de partida. Si quieres realizar alguna compra, recuerda que la divisa oficial al otro lado de la red es el Bitcoin. Suerte.

fuente :http://www.chaval.es/