Es legal la compra de seguidores falsos en Twitter y facebook ? Como detectarlos.

Es legal la compra de seguidores falsos en Twitter y facebook ? Como detectarlos.

Por  Diego Migliorisi

Director de Migliorisi Abogados

Secretario de cibercirmen.com.ar

A veces cuando nos preguntamos en donde esta el limite de la legalidad y la ética cuando la legislación es pobre , difusa o bien inexistente . O mas aun cuando hablamos de Internet y altas tecnologías. En mi opinión personal los seguidores falsos de redes sociales forman parte de una laguna jurídica no solo en Argentina sino en la mayoría de los países occidentales , mas allá de la gratuidad o venta de esos paquetes de seguidores que habitualmente se ofrecen en diferentes plataformas. El objetivo de quien los adquiere es generar una popularidad falsa hacia seguidores genuinos , seria también una suerte de auto-engaño, ya que en la mayoría de los casos las redes sociales como Twitter o facebook se utilizan para comunicar noticias o comercializar productos y servicios. Esta claro que el ofrecimiento de paquetes de seguidores mediante estas vías es mas rápido y económico que promocionar oficialmente en las respectivas redes social. Difícil es merituar si un tercero que ingresa en forma “voluntaria” a un perfil de una red social ajena sufra algún daño por observar en determinado perfil mas o menos seguidores. Si no fácilmente detectará la irregularidad ética expuesta por el titular del perfil. Pero en este caso a mi entender no configura delito. Un caso diferente es el de quien hace alarde de esa popularidad para obtener un beneficio personal argumentado una campaña exitosa con seguidores falsos . Por ejemplo si una empresa dedicada a publicidad le cobra a determinado cliente por cantidad de “me gusta” logrados en una hipotética campaña comercial , podría configurar una defraudación hacia el cliente , porque la campaña carece de éxito ya que los seguidores eran falsos. Por lo tanto quien vende los seguidores no comete ningún delito ya que se trata de un acto comercial, pero dependerá de como los utiliza -como el ejemplo citado- para que esta acción sea configurada como ilegitima. En relación al tema el licenciado Alejando Turriño especialista en altas tecnología entiende que que la venta de seguidores podría ser contraria a las buenas costumbres y a la moral, por cuanto que se defrauda al usuario que desconoce la motivación real de los seguidores para seguir a un determinado personaje, dicha contratación sería contraria a Derecho”   En ese lineamiento el periodista español Gonzalo Martín dice “Yo no lo creo. La mentira tiene piernas cortas. Y en la red, mucho más: cualquier profesional de este campo con un mínimo de coherencia conoce casos de este tipo que, en mi opinión no conduce a nada. Sobre todo, es la forma más curiosa de hacerse trampas al solitario: ¿qué motivo hay para interesar a extrañas cuentas ficticias?. Pero es evidente que hay gente a la que le gusta presumir de número de seguidores o que se encuentra muy desnudo lanzándose al mercado desde cero”.   Salvando las distancias en cuanto a la legalidad o no de los denominados “bots” falsos , detectarlos no es nada complejo ya que basta con ingresar a los seguidores de un perfil y observar interacciones , idioma , origen y demás incongruencias con el perfil o producto que se ofrece. A partir de allí el usuario tendrá una verdad mas concreta en cuanto a la seriedad del perfil analizado .   A su vez vale aclarar que en la mayoría de los perfiles tanto de Twitter como de facebook (pagina) , son abiertos , es decir terceros pueden incorporar falsos perfiles contra la voluntad del titular , quien solo tendrá la opción de bloquearlos. Para finalizar , los dejo con un fragmento de una nota que escribió Eduardo Lopez Alonzo para el periodico.com de Barcelona :

Pérdida de la inocencia

También tiene precio el inofensivo ‘me gusta’ de Facebook. Resulta que si lo que se desea es obtener 50.000 ‘me gusta’ en una determinada publicación del muro se tendrán que pagar 1.100 euros. Las empresas que proveen de esos servicios aseguran que están garantizados en un 100%. Todo ello indica la pérdida de la inocencia de la red de redes, donde a los automatismos siguen los autómatas y los datos comprados pasan a emponzoñar la estadística. Al final la realidad se enturbia en pro del negocio.