La estafas de phishing y las calumnias por Internet son los ciberdelitos más comunes

Los delitos informáticos han cambiado notablemente con el tiempo. Si hace una década los más habituales eran los relativos a los daños al sistema informático de las empresas ocasionados por ex empleados, los daños por denegación de servicio (DDos), la descarga no autorizada de contenidos o software en las empresas, y los robos de dominios, ahora los más frecuentes son el robo de identidad, las calumnias e injurias por Internet y, sobre todo, la estafa en su modalidad de phishing.
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Así lo constatan datos del portal delitosinformaticos.com que, con motivo de su décimo aniversario, analiza los casos más habituales en la actualidad.En lo que respecta a las amenazas, injurias o calumnias que se realizan en Internet, antes se llevaban a cabo, principalmente, a través de foros, correo electrónico, SMS o chat. No obstante, en los últimos tiempos, se han disparado con la aparición de las redes sociales, como Twitter o Facebook.

 

“Vemos cómo se ha ampliado el ámbito de comisión de estos delitos a través de Internet en pocos años.

 

Tenemos que tener en cuenta que, por ejemplo, Facebook, no existía en 2004. Los delitos informáticos cambian al mismo tiempo que las nuevas tecnologías”, comentan desde el portal, señalando que el pasado año la Policía registró 11.000 amenazas.En cualquier caso, el delito que más ha crecido en los últimos años es el de la estafa de phishing.

 

A pesar de la información que existe en la Red, estos fraudes siguen surtiendo efecto gracias al perfeccionamiento de los métodos utilizados, a su ampliación a los dispositivos móviles y a la situación de crisis actual.Por ejemplo, en el año 2013 se registraron 42.437 delitos informáticos de los que más de la mitad se catalogaron como fraudes o estafas.

 

Según delitosinformaticos.com, el motivo de este aumento del phishing es que los ciberdelincuentes han perfeccionado sus métodos de actuación, mejorando notablemente la simulación de las webs de las entidades bancarias, los mensajes remitidos a las víctimas para captar sus claves bancarias, así como el uso de los dispositivos móviles para su comisión, logrando incluso modificar el número de teléfono móvil asociado a la cuenta bancaria para recibir las autorizaciones de transferencias.

 

Más del 20% de los usuarios móviles en España ha sufrido un fraude en el último año.
http://www.antilavadodedinero.com/news_det.php?id=11228